Una de las preguntas que me llevó a estudiar la carrera de
Comunicación Social cuando tenía 17 años era ¿cómo funciona la comunicación en
y entre las especies? A esa temprana edad, intuía que existían algunos
patrones, algunas claves de lecturas que nos conectaban entre las especies y
con la naturaleza. Mucho más adelante
comprendí, que la respuesta a esta pregunta no podía encontrarla en una sola
disciplina, porque se trababa de una pregunta de frontera, que desafiaba a las
propias disciplinas en sus límites.
Uno de los autores que arrimó bellas respuestas a algunos de
mis interrogantes fue Gregory Bateson. Este brillante pensador que navegó en
múltiples disciplinas, se había hecho la misma pregunta a mediados del siglo XX
Es por esto, que la invitación ahora es la lectura de un hermoso fragmento de la introducción al Espíritu y naturaleza de Gregory Bateson donde
se pregunta: “¿Cuál es la pauta que conecta a todas las criaturas vivientes? ¿Qué pauta conecta al cangrejo con la langosta
y a la orquídea con el narciso, y a los cuatro conmigo? ¿Y a mí contigo? ¿Y a
nosotros seis con la ameba, en una dirección…?”
Les dejo el link al artículo y extraigo un párrafo del texto que nos conecta con el concepto de borde para seguir explorando” “En verdad, para comenzar a pensar acerca de
la pauta que conecta lo correcto es considerarla primordialmente (cualquiera
sea el significado de esta palabra) como una danza de partes interactuantes, y
sólo secundariamente fijada por diversas clases de límites físicos y por los
límites que imponen de manera característica los organismos”
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